NUTRICIÓN

La mayoría de las empresas en la actualidad no consideran un programa de alimentación para sus empleados. Los comedores o casinos, cuando existen, suelen ofrecer un menú rutinario. Las máquinas expendedoras de comida suelen ofrecer alternativas poco saludables.

Con frecuencia los trabajadores no tienen tiempo suficiente para comer, un lugar adecuado donde hacerlo o el dinero para comprar alimentos de alto valor nutritivo.

En estas condiciones la comida rápida se abre camino aportando una dieta rica en alimentos procesados, los cuales aumentan, la fatiga y la baja en el desempeño. La alimentación deficiente y la mala nutrición afecta la salud generando pérdidas de hasta un 20% de la productividad. Es uno de los aspectos menos valorados en el trabajo, pero uno de los más importantes considerando que es la principal fuente de energía del cuerpo.

De ahí la importancia de crear espacios adecuados para comer y programas que brinden la alimentación correcta. Este segundo punto se hace aún más relevante con una dieta adecuada, ya que permite lograr una mejor concentración, memoria y claridad mental logrando aumentando el desempeño y bienestar físico.

La base de una alimentación de calidad es beber abundante agua, filtrada o mineral, que ayudará a mantener hidratado el cuerpo y el cerebro: una disminución de tan solo 2% en la hidratación puede llevar a tener mareos y pérdida de las capacidades cognitivas.

Mantener una dieta mediterránea, rica en frutas, vegetales de hojas verdes, pescados, como el salmón salvaje (no de criadero), cereales, frutos secos, aceites (oliva y coco) es lo indicado.

También se ha descubierto que el café espresso es uno de los mejores antioxidantes, cuando se consume con moderación y el chocolate amargo, ya que brinda endorfinas y mejora la concentración.